Aquí se recogen algunos consejos/actividades prácticas para que la tv juegue un papel un tanto educativo y no menos preciable en la educación de los más pequeños:
- Grabar alguna secuencia de una película violenta y eliminar el sonido antes de que los niños puedan escucharlo. Sugerirles que sean ellos mismos quienes lo sustituyan, incluyendo efectos y exclamaciones. Además de servirle a los padres/madres/educadores de pauta para ver cómo se relacionan con la violencia, será útil para que ellos la detecten y sepan la mejor forma de actuar ante ella.
- Hacer lo mismo con la banda sonora de alguna secuencia de acción sin que los niños hayan visto las imágenes y pedirles, después de escucharla, que las describan. Este ejercicio puede resultar eficaz para que los niños sean conscientes de los contenidos de algunos programas.
- Jugar a cambiar los sexos en alguna serie o película. Que la chica haga de chico y viceversa, para que comprendan las actitudes sexistas y puedan rectificarlas.
- Pedir a los niños que busquen diversos finales para el capítulo de una determinada serie o de una película y que razonen en qué se han basado para inventar los nuevos desenlaces. Es un estímulo para la imaginación y un indicativo de que en la ficción todo es relativo.
- Jugar en equipo a los planos diferentes. Que cada niño escoja un tipo de plano y que cuente cuántos hay en un tiempo concreto, por ejemplo, diez minutos. Es una forma de estar activo ante la pantalla.
- Prolongar la acción de películas o episodios de series planteando cómo podrían continuar o qué va a ser de los personajes. Permitirá que los niños no estén pasivos ante lo que ocurre en la pantalla; también será un estímulo para la imaginación.
- Que inventen objetos para hipotéticas ventas publicitarias que hagan spots y los representen. Es una manera de restar importancia a la publicidad y de resaltar la manipulación y falsedad que esta trae consigo.
- Convertir una película de acción en una de amor, es un bonito ejercicio. También pueden hacerlo al revés, a fin de que comprendan que está en manos del autor conducir la acción en una u otra dirección. Que hagan lo mismo con el humor, haciendo de una película seria, una de risa.
- Bromear sobre los programas de televisión es positivo. Se puede sugerir a los pequeños telespectadores que inventen chistes o cómics sobre ellos y que recorten los que aparecen en la prensa, o que hagan una selección de los muchos que tiene, por ejemplo, Mafalda.
- En los colegios se debería ver periódicamente un programa de televisión adecuado a las distintas etapas por las que atraviesan los niños y tener, a continuación, un debate sobre sus contenidos, analizándolos desde diversos puntos de vista. También se puede hacer en familia.
- Se debe, tanto en la escuela como en casa, estimular a enjuiciar críticamente lo que ven en el televisor, pidiéndoles siempre su opinión y procurando que razonen. Si en un principio no saben hacerlo, será conveniente darles un tiempo para la reflexión.
- Contar películas a los niños para proporcionarles un lenguaje global que describa la imagen. Será positivo hacerlo con aquellas películas que estén basadas en libros o en cuentos tradicionales para comparar cómo se relacionan y las transformaciones que se han hecho en el relato original para convertirlo en imágenes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario